martes, 10 de noviembre de 2020

La unidad en la mente... dar es recibir


 L-315: "Todos los regalos que mis hermanos hacen me pertenecen"

Que todos los regalos que hacen mis hermanos me pertenecen, refleja la ley de la mente. Todo es unidad, no soy el único que experimenta los efectos de mi pensamientos. Por eso el perdón es el único camino de salida: Permitir liberar a un hermano de la culpa que he proyectado sobre él, es quedar absuelto de esa locura.

Además de que hoy es un día para recordar con gratitud que no se nos ha olvidado en el sueño de demencia, podemos usarlo de la mano de esta lección (a quién la esté haciendo. No interrumpir vuestro entrenamiento mental) y ser conscientes de que la respuesta (interna) que le dé a mi hermano es el regalo que yo mismo estaré recibiendo.

Y que no importa si ahora mismo tu hermano no te habla de Cristo, porque ya lo hará, la Voluntad de Dios ya se ha cumplido y el tiempo no es un obstáculo para que aceptes ese regalo, a no ser que tú quieras conferirle ese poder.

No te contentes con la idea de una felicidad futura. Eso no significa nada ni es tu justa recompensa. Pues hay causa para ser libre ahora... La demora no tiene sentido. [Perdona!] No dejes que la pequeña brecha que existe entre tú y tu hermano se disfrace de tiempo y que de este modo se perpetúe. El propósito del Espíritu Santo es ahora el tuyo. ¿No debería ser Su felicidad igualmente tuya? (UCDM T-26.VIII.9)