miércoles, 20 de julio de 2016

Eureka!

"La más seria amenaza para el ego es, pues, que te des cuenta de que cualquier cosa que parezca separarte de Dios es únicamente miedo, sea cual, sea la forma en que se manifieste e independientemente de cómo el ego desee que lo experimentes. Su sueño de autonomía se estremece hasta su raíz cuando cobras conciencia de esto. Pues si bien puedes tolerar una falsa idea de independencia, no aceptarías el costo en miedo que ello supone una vez que lo reconocieses. Pero ése es su costo, y el ego no puede reducirlo." T.11.V.10:1-4
Tienes que darte cuenta de que, incluso el 'regalo' más placentero del ego, es en realidad una trampa de miedo y que es tu elección por el ego lo que te aleja de Dios.
El ego aparenta eliminar el miedo reprimiendo, ocultando de tu consciencia, la relación que existe entre tu experiencia de miedo y tu decisión en favor de la culpa. ¡Ni siquiera parece que estemos eligiendo en favor de la culpa!
Ahora experimentas miedo asociado a situaciones en el mundo y en el cuerpo... la salud, no tener suficiente dinero, estar solo, el gobierno, la guerra "externa" de la clase que sea.
Lo que le da poder y autonomía al ego es su velo de oscuridad, con el cual se asegura que lo sigamos eligiendo.
Pero ¿quién que se de cuenta de que es su elección por el odio lo que le hace sufrir y que en la mente tiene una mejor elección que hacer puede seguir siendo un rehén del ego?
Mira... observa... no juzgues...
¡Sin tan sólo nos diéramos cuenta de que el ego es la defensa innecesaria que emprendemos contra el amor que ya se encuentra en nosotros!
"El perdón, en cambio, es tranquilo y sosegado, y no hace nada. No ofende ningún aspecto de la realidad ni busca tergiversarla para que adquiera apariencias que a él le gusten. Simplemente observa, espera y no juzga" L.pII. qué es el perdón.
Lo que dejará al ego sin nuestra lealtad es el reconocimiento que más allá del odio que albergamos, se encuentra la sanación que anhelamos. ¿Cómo puede entonces ser difícil elegir un milagro?