Pregunta#1059:
A causa de abusos sexuales por parte de diferentes hombres, durante
toda mi vida he experimentado “entidades” demoníacas en mis sueños; y
también, ocasionalmente, en forma de una presencia cuando estoy
“despierta.” Ellas tienen una energía específica de radiación: la
ausencia de amor y de bien. Siendo consciente de que tengo que lidiar
con este asunto y no huir, he intentado “combatirlas” de muchas maneras.
Cuando sé que no son reales, mientras las “veo”, ellas se transforman o
desaparecen; pero hay algunas veces en las que su aspecto es tan
tétrico que el miedo es mucho mayor que mi claridad mental y
sencillamente “escapo.” Este terror desde mi infancia aparenta haber
hecho una simbiosis con mi identidad-ego. Me gustaría saber si el Curso
tiene alguna sugerencia acerca de cómo pueden estar aún esos seres en mi
consciencia cuando he tenido éxito “disolviéndolos” en la luz de la
realidad.
Respuesta:
Entidades tales como las que describes son distintos aspectos del ego
y, por consiguiente, pueden soltarse de la misma manera en la que
soltarías cualquier otro aspecto del ego: mediante el perdón. El perdón,
en teoría, significa que estamos perdonando la ilusión de separación
---una forma de la ilusión no es más difícil de soltar que ninguna otra.
La práctica de este principio, sin embargo, tiene que estar dirigido al
nivel de nuestra experiencia en cualquier momento dado de nuestras
vidas. En términos de nuestra experiencia, en otras palabras, algunos
aspectos del ego dominan nuestro pensamiento de manera tan intensa, que
es necesario recurrir a fuentes de ayuda externas que pudieran llevarnos
al nivel donde entonces podemos aplicar los principios del Curso mas
efectiva y significativamente. Así sucede mayormente en los casos donde
el miedo y el terror han estado presente durante años como consecuencia
del abuso, independientemente de su forma. Necesitamos ser capaces de
aceptar ayuda en el nivel que se requiera; de otra manera no sera
verdaderamente útil.
En
los comienzos del texto, Jesús nos enseña acerca de ésta parte
importante de nuestro proceso: “El valor de la Expiación no reside en la
manera en que ésta se expresa. De hecho, si se usa acertadamente, será
expresada inevitablemente en la forma que le resulte más beneficiosa a
aquel que la va a recibir. Esto quiere decir que para que un milagro sea
lo más eficaz posible, tiene que ser expresado en un idioma que el que
lo ha de recibir pueda entender sin miedo... El propósito del milagro es
elevar el nivel de la comunicación, no reducirlo mediante un aumento
del miedo” (T.2.IV.5:1,2,3,6). Así que asegúrate de no estar saltándote
éste paso crucial en tu trabajo con el Curso.
En
última instancia, la lección es que podemos estar en paz,
independientemente de lo que el mundo aparente habernos hecho.
Necesitamos únicamente recordar que el mundo no tiene poder sobre la
mente; el sueño no tiene poder por sobre el soñador ---tal como
aprendemos en este párrafo: “...no reaccionarías en absoluto ante las
figuras de un sueño si supieses que eres tú el que lo está soñando. No
importan cuán odiosas y cuán depravadas sean, no podrían tener efectos
sobre ti a no ser que no te dieses cuenta de que se trata tan sólo de tu
propio sueño (T.27.VIII.10:5,6).
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