Pregunta#874:
¿Podrías explicar lo que aparenta ser una contradicción entre lo que
Jesús dice en el texto de Un Curso de Milagros acerca de las relaciones
de amor y odio especial al ser un ataque, y lo que él dice en el manual
del maestro acerca de los “compañeros especiales de aprendizaje”?----”En
estas situaciones de enseñanza aprendizaje se le provee a cada persona
de un compañero de aprendizaje determinado que le ofrece oportunidades
ilimitadas de aprender.” En una de tus respuestas a otra pregunta, has
dicho que el Espíritu Santo podría incluso usar una atracción especial
para sus propósitos docentes. Da la impresión de que algunas relaciones
especiales son alentadas e incluso guiadas por el Espíritu Santo.
Yo creo
que me veo involucrada en una de esas relaciones. Luego de pasar tres
años en una amistad muy cercana, estamos ahora atravesando una etapa
hostil, la cual parece que no acabará nunca. Yo sé que no es el Espíritu
Santo el que causa la hostilidad sino nuestros propios egos, pero aún
así me da la impresión de que estás diciendo que el Espíritu Santo ha
jugado algún papel en que acabáramos juntas. Pero, ¿cómo podría ser esto
cierto si el Espíritu Santo no actúa en el mundo? Yo la he perdonado
tal y como el Curso enseña, pero la quiero sencillamente fuera de mi
vida ya que su personalidad ha cambiado para peor. Sin embargo, ella
continúa regresando a mi mente, casi como si nuestra experiencia de
aprendizaje aún no hubiera acabado. ¿Querría el Espíritu Santo que yo
conservara a ésta persona en mi vida, aunque me está causando mucho
dolor? Ella solía ser una buena persona, amable y con moral, pero ahora
se ha convertido en una persona deshonesta y cruel con con casi todo el
mundo.
Respuesta:
Aunque el lenguaje del Curso pudiera parecer que diga a veces cosas
contradictorias, en realidad no hay contradicción alguna. Cada relación
entre dos hermanos/as aparentemente separados/as se ha fabricado fuera
del espacio y del tiempo en nuestra elección a favor del ego. Cada
relación se ha fabricado siempre como un ataque para que la culpa y el
pecado no tengan que ser vistos dentro de nuestras propias mentes sino
fuera de nosotros, reforzando así la creencia en la separación y la
victimización. Ahora, una vez fabricadas, esa relación especial nos
provee la oportunidad perfecta junto con nuestro compañero especial de
aprendizaje para que podamos aprender la lección del perdón del Espíritu
Santo. Y así, a pesar de que toda relación comienza como una relación
especial, en cierto sentido podríamos estar siendo también guiados por
razones de la mentalidad recta a entrar y participar al completo en el
mundo de la forma de la dinámica de las relaciones especiales, para que
la culpa que estamos proyectando desde nuestra propia mente sobre
nuestro hermano/a pueda ser reconocida y liberada. Ya que lo más seguro
es que no seamos ni siquiera conscientes de la culpa alojada dentro de
nuestras propias mentes hasta que nos permitimos experimentar la forma
específica de dicha relación especial, que aparentemente toma lugar
entre nuestro cuerpo y el de otro. Y eso puede ser de mucha utilidad,
independientemente de cuan perturbadoras pudieran volverse las
interacciones en ciertos momentos dados, si tenemos la disposición de
recordar el propósito que el Espíritu Santo siempre le dará a nuestras
relaciones ---el de sanar la culpa dentro de nuestra propia mente para
que podamos reconocer que nuestros intereses coinciden con el de todos
nuestros hermanos y hermanas.
El
Espíritu Santo en realidad no interviene trayendo personas a nuestras
vidas, a pesar de que las palabras de Jesús que has señalado, a veces
dan la impresión de decir que el Espíritu Santo si las trae y que además
nuestra experiencia aparenta atestiguar dicha interpretación. No te
olvides que el lenguaje dualista del Curso es siempre metafórico, y que
las ideas que Jesús nos presenta, las presenta en ciertos términos
debido a que él sabe que de esa manera serán alentadoras y consoladoras
para nuestra temerosa mente cargada con culpa. Ya hemos elaborado
respuestas a algunas preguntas anteriores respecto al propósito del
Curso en usar un lenguaje metafórico (por ejemplo, ver las preguntas#72 y
#116) y el tema de que si Dios, el Espíritu Santo o Jesús intervienen o
no en nuestras vidas y en el mundo, enviándonos gente y/o lecciones
(por ejemplo, ver las preguntas #42, #235, #250, #286 y #336). La
respuesta a esas preguntas se desarrolla con más detalle de lo que de
manera breve hemos comentado anteriormente.
En cuanto
a la relación con tu amiga, sería muy difícil para la mayoría de
nosotros, quienes estamos identificados con nuestros egos, no abrigar
juicios acerca de lo que está haciendo tu amiga y el desear evitar
futuros contactos. Pero el error sería creer que los juicios y el deseo
de evitarla se encuentran justificados debido a su comportamiento Esta
es una de las lecciones mas difíciles que Jesús nos invita a aprender.
La verdad es que nuestros sentimientos de enfado y de dolor nunca tienen
que ver nada que ver con la otra persona ni con la manera en cómo esa
persona se esté comportando, si no con nuestra auto-acusación aún no
sanada. Por lo tanto, no habremos perdonado verdaderamente ninguna
relación especial hasta que no hayamos visto sin juzgar a la culpa
dentro de nuestra propia mente, culpa que es el combustible del que se
nutren nuestras reacciones. Al Espíritu Santo le es irrelevante si en el
nivel físico incluimos o excluimos a alguien en nuestras vidas. En
lugar de ello, lo que el Espíritu Santo nos pide es que seamos honestos y
miremos si lo incluimos o excluimos de nuestras mentes, ya que estas
personas representan partes separadas de nuestra propia mente, de las
cuales aún no queremos aceptar nuestra responsabilidad. Y así, cuando
los excluimos de nuestros pensamientos, nos excluimos a nosotros mismos
de la sanación y de la paz que seguiría de manera natural. ¿Querríamos
continuar eligiendo de esa forma una vez que hayamos reconocido las
consecuencias?
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