domingo, 6 de mayo de 2018

El programa de la desintoxicación de los 12 pasos y UCDM


Pregunta: Recientemente ingresé al programa de los 12 pasos para el abuso de sustancias, y parece estar haciendo una diferencia positiva. Sé que Ken ha dicho que tenemos que lidiar con algunos problemas en términos del mundo, pero sólo para que podamos verlos tal como son. ¿Hay algo más que deba saber al tratar de conciliar mi estudio de UCDM con este programa, pues siento que hace que el problema sea muy real?



Respuesta: Por lo general, es muy útil tratar de resolver los síntomas de cualquier enfermedad con la que nos podamos enfrentar antes de estar preparados para abordar las causas más profundas y subyacentes de nuestra angustia de las que el Curso nos ayuda a ser conscientes. En una emergencia médica, como un ataque cardíaco o apendicitis, primero debemos obtener la atención adecuada para aliviar/lidiar con los síntomas físicos. Del mismo modo, si estamos atrapados en algún tipo de comportamiento adictivo y auto-destructivo, el primer paso sería controlar la adicción. Y los programas de los doce pasos generalmente son muy efectivos para lograr tales cambios. Ahora bien, desde la perspectiva del Curso, tales programas no resuelven la fuente subyacente de la angustia, pero desarrollar cierta disciplina y control en torno al comportamiento de auto-agresión suele ser un primer paso esencial en el proceso.

Sería un error como estudiante del curso el no reconocer que tales intervenciones pueden ser extremadamente útiles sin olvidarnos de que hay otros pasos adicionales que tomar. Cualquier cosa que intente resolver un problema a nivel del mundo, en lugar de abordar la causa subyacente del problema en la mente, es lo que el Curso llama magia. La mayoría de nosotros vivimos nuestras vidas usando magia casi exclusivamente --si es que no todo el tiempo-- para enfrentar lo que vemos como nuestros problemas. Las intervenciones para los problemas médicos y las adicciones descritas anteriormente se considerarían mágicas, desde la perspectiva del Curso. Aunque el Curso enseña que la magia no cura (T.2.IV.4: 3) --la verdadera sanación proviene solo de liberar la culpa de la auto-condena en nuestra propia mente-- tampoco deberías interpretar que el Curso toma partido en contra de la magia De hecho, Jesús reconoce que, si bien nuestro miedo es aún demasiado grande, "puede ser prudente utilizar un enfoque conciliatorio entre el cuerpo y la mente en el que a algo exterior se le adjudica temporalmente la creencia de que puede curar" (T.2.IV.4: 6).

Por otra parte, no nos olvidemos de que el mundo (y las formas en él) son neutras. Ésta es la razón por la que el Curso nos enseña que nuestra única preocupación real debería ser el propósito que le demos a las formas (T.4.V.6: 8,9). La clave para usar algo como el programa de los doce pasos al lidiar con un problema como una adicción, sería estar consciente de cómo se lo está usando: Si lo usas para reforzar tu creencia en la realidad de tu debilidad y tus limitaciones, y como un medio para verte a ti mismo como separado y diferente de los demás, entonces estará sirviendo a un propósito del ego. Pero si lo ves como un medio de ser amable contigo mismo, de reconocer que necesitas una ayuda que que no provenga de tu yo-ego, y que eres lo mismo que todos los demás (pues a pesar de las diferencias en las formas de nuestras vidas, todos estamos atrapados en la trampa del ego de creer en la culpa, el ataque y el miedo) entonces el programa de los doce pasos estará sirviendo al propósito del Espíritu Santo. No olvides que es muy frecuente vacilar y encontrarte alternando entre éstos dos propósitos diferentes.

Y por supuesto que tienes razón cuando comentas que el Curso y el camino de los doce pasos no pueden reconciliarse como caminos espirituales, ya que están diciendo cosas diferentes. Cualquier intento de combinarlos disminuirá significativamente la eficacia de ambos. A medida que trabajes con el programa de los doce pasos, puede ser de ayuda que recuerdes que el único problema es la adicción a la culpa en la mente, ya que creemos que esa culpa nos "mantiene a salvo" del amor. La culpa la proyectamos en la miríada de formas que toma el conflicto en nuestras vidas para evitar entrar en contacto con el problema real en la mente. Y el abuso con las sustancias es sólo una de las muchas formas de conflicto externo, en el montaje que nos hemos fabricado para no tener así que mirar a la culpa interna. Una vez que entiendes cuál ha sido el propósito que le has dado al abuso con las sustancias, puedes ahora otorgarle uno nuevo.

Por lo tanto, el abuso con las sustancias no es el verdadero problema sino sólo el síntoma o la manifestación del problema subyacente de la culpabilidad en tu mente. Llegar a reconocer el problema externo nos abre un camino para volver a ser conscientes de la culpabilidad enterrada en lo profundo de la mente. Al liberar la culpa y el juicio que has asociado con el abuso de las sustancias, descubrirás que ha disminuido con el tiempo la necesidad de defenderte de la culpa en la mente --que el abuso de sustancias habría querido reforzar. Entonces, el enfoque principal para el trabajo de sanación no reside en el problema externo del abuso de sustancias, sino en la culpabilidad encubierta que dicho abuso de sustancias te está dando ahora la oportunidad de ser consciente. No obstante, a través de una indagación en profundidad de tu problema con el abuso de sustancias, indagación que incluye identificar a quienes puedas haber culpado por haberte conducido a esa situación y a los efectos de tu abuso en las relaciones presentes y pasadas, áreas para las cuáles el programa de los 12 pasos puede ser muy útil, podrás rastrear la culpabilidad a través de "sus tortuosas rutas" (T-15.X.5:1) en la forma hasta sus orígenes en la mente, donde luego podrá ser deshecha.

Fuente: http://facimoutreach.org/qa/questions/questions13.htm#Q57