martes, 5 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: ¿Causa tristeza el estudio del Curso?

P#25: He sido desde hace ya algún tiempo un estudiante del Curso. Comienzo a descubrir que el especialismo es algo hueco y comienzo a mirar a través de las estratagemas, aversiones y manipulaciones del ego. Sin embargo, detecto una tristeza y/o miedo debido al vacío que encuentro cuando dejo ir el especialismo que desea ser conservado mediante “cosas” materiales, relaciones etc. ¿Qué sugerencia me podrías hacer para ayudarme a escalar esta cuesta, o ir más allá del velo, y ver entonces a todos los demás con una percepción sanada? Este vacío aparenta ser amplio y profundo, por ende aterrador.


Respuesta: La confianza es esencial a medida que recorres este camino. En algún momento Jesús nos implora que “...no le infundas vida a tu desfallecido ego” (T.17.V.8:4); y nos tranquiliza diciéndonos que “La muerte de tu especialismo no es tu muerte, sino tu despertar a la vida eterna” (T.24.II.14.4). Estos pasajes, entre muchos otros, son recordatorios útiles para cuando atravesamos momentos difíciles, y que nos animan a ver que, en primer lugar, Jesús sabe por lo que estamos atravesando y, en segundo lugar, que todo tendrá un feliz desenlace si continuamos con la práctica del perdón.

La mayoría de los estudiantes atraviesan momentos como los que describes. Una persona ha comparado esto con el estar con un pie sobre un muelle y el otro pie en un bote que de pronto comienza a alejarse del muelle. Desagradable, para decir poco! Algunas veces esta experiencia refleja la tan conocida situación de la “noche oscura del alma” que se menciona en la literatura espiritual. Esto se presenta en el manual del maestro, en la sección “El Desarrollo de la Confianza,” ahí Jesús describe el quinto estadío como un “período de inestabilidad.” Ya no te encuentras firmemente aferrado al especialismo pero aún no has ido más allá de él por completo, puesto que en lo profundo de tu mente sabes que dejar ir el especialismo significa renunciar a tu identidad separada e independiente como individuo. Ese es el temor subyacente. Si simplemente reconoces eso y llevas ese miedo a la presencia del amor de Jesús en tu mente, te sentirás mejor.

No hay forma de evitar esta etapa del proceso, si es que deseas llegar al “lugar correcto.” No intentes forzarte a ti mismo a renunciar a ninguna relación o algo en el mundo que aún disfrutes ni tampoco trates de forzarte a ver a todo el mundo con una percepción sanada. Si en realidad deseas ir más allá de una percepción de intereses separados, entonces irás más allá. Por consiguiente, ser honesto acerca de tu renuencia a soltar el especialismo es sumamente útil. Podrías también preguntarte qué se debería sentir el poder relacionarse con otros sin tu especialismo de por medio. Algunas veces esto revela un elemento en ti del que no eras consciente, una fuente de resistencia que no sabías que estaba allí. Finalmente, simplemente ten paciencia y confía en el proceso.

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