Pregunta#570:
He estado casado ocho años y durante este tiempo mi mujer ha estado
bebiendo y ocasionalmente tomando píldoras por la noche. Yo creo que es
alcohólica. Recientemente hemos tenido una niña. Estoy considerando
separarme para que mi hija no tenga que estar sujeta a este
comportamiento y creo que ya me hubiera marchado anteriormente de no
haber sido por nuestra bebé. Hemos estado asistiendo a terapia, pero al
parecer no hacemos otra cosa que revivir las mismas situaciones. Desde
que leo Un Curso de Milagros, no estoy seguro de cuál es la acción
correcta. No estoy seguro de cuándo me habla el Espíritu Santo o de qué
sería lo más amoroso para hacer. Puedes ayudarme con esto?
Respuesta:
Nuestras vidas presentan numerosos dilemas en los cuáles aparenta ser
crítico que tomemos la decisión adecuada para que no cometamos errores
con consecuencias serias y, podamos así mismo, minimizar el dolor y el
sufrimiento propio y el de otros. Y desde la perspectiva del mundo, ésta
preocupación por elegir la alternativa adecuada aparenta ser
eminentemente razonable. Pero el Curso invierte por completo la “lógica”
del mundo y nos invita a considerar un enfoque totalmente distinto a
nuestros problemas (T.27.VII.1,2).
El
problema no está en la relación externa y sus conflictos. El problema
es que hemos definido nosotros mismos los parámetros del conflicto y la
posible solución para la cual buscamos guía. Y nuestro enfoque de la
situación, al estar puesto en la relación externa, conlleva a excluirnos
a nosotros mismos de la única solución significativa (W.pI.79).
Únicamente experimento conflicto con otros cuando estoy identificado con
mi ego, y ésa identificación es el problema con el cuál necesito ayuda.
En otras palabras, el único propósito del Espíritu Santo es ayudarme a
sanar la falta de perdón en mi propia mente que está siendo proyectada
en la situación externa. Una vez que he aceptado esa ayuda, la cual no
tiene nada que ver con la otra persona o los demás, tendré entonces
claro cuál será la acción más pacífica y amorosa para con la situación
externa. Pero mientras mantenga mi atención enfocada en la relación con
otros no estaré dispuesto a mirar mi conflicto interno, puesto que
estaré declarando mi falta de voluntad de estar abierto a la solución
real.
Así
que, en términos prácticos, qué quiere esto decir con respecto a la
situación específica que describes con tu esposa? Te interesaría
comenzar a mirar a todos los juicios que pudieras estar abrigando acerca
de tu mujer, todas las formas en la que de alguna manera la ves como
responsable de tu infelicidad, la inversión que tengas puesta en querer
que ella sea diferente de como es antes que de la puedas aceptar. Esto
es un inventario interno de tus pensamientos y sentimientos y que no
tiene nada que ver con ninguna decisión acerca de que permanezcan juntos
o se separen. La meta es simplemente reconocer los juicios que estás
proyectando sobre ella y entonces preguntarte a ti mismo si te acusarías
a ti mismo por eso (W.pI.134.9). Sin llegar a decir que las acciones
específicas sean las mismas, pero te interesa poder acceder al
significado o contenido subyacente. La estás acusando de ser
irresponsable, inasequible, reacia, que solo piensa en ella misma, etc. y
podría de alguna manera decirse eso de ti? La verdad es que no podemos
estar nunca disgustados por las acciones o inacciones de otro si en
primer lugar no hubiéramos creído esas cosas acerca de nosotros mismos. Y
aquí es donde la sanación es realmente necesaria, para poder entrar en
contacto con la culpa en nuestras mentes y posteriormente soltarla, para
que entonces no tengamos que proyectarla en nadie más.
Esto
no es para negar, excusar o justificar los fallos de tu esposa. Pero tu
quieres liberarte a ti mismo de la auto-condena para que puedas así
liberarla a ella de cualquier condena de igual forma. Mediante este
proceso de perdón, llegarás entonces a reconocer el miedo que subyace a
las defensas de tu esposa y la llamada de amor en ti y en ella
(T.12.I.3,4,5,6,7). Desde éste lugar de paz y aceptación, reconocerás
cuál es el siguiente paso más amoroso para todos. E independientemente
de que tu y tu esposa se separen o se mantengan juntos, serás capaz de
actuar sin culpa ni ataque.
Link al original aquí.