Pregunta#445: En Un Curso
de Milagros se nos dice que la ira no es nada más que un intento de
hacer que otro se sienta culpable. Es lo opuesto cierto también? Es el
sentirse culpable un intento de hacer que otro se sienta furioso? Son la
culpa y la ira, por consiguiente, la misma cosa?
Respuesta: Bonita lógica. En
algunos casos, sentirse culpable pudiera en efecto tener la intención de
ocasionar que otro sienta ira. Esto es así porque ver la culpa en otros
pudiera funcionar como recordatorio de nuestra propia culpa, un
reconocimiento bastante incómodo. Y la única solución que da el ego para
lidiar con la propia culpa es proyectarla fuera y la ira, es solo una
de esas muchas formas que puede tomar dicha proyección.
Sin embargo, en otras
situaciones, sentirse culpable y expresarlo podría consistir en algún
tipo de manipulación para que otro deje de estar furioso. Considera cómo
los criminales que admiten su culpa y expresan remordimiento pueden
recibir condenas poco severas. Si tu admites tu culpa y nosotros somos
diferentes, tal y como el ego insiste, entonces yo tengo que ser
inocente, algo que todos estamos desesperados por demostrar a expensas
de otro cada vez que jugamos al juego de intercambio de la culpa del
ego.
Finalmente, si, la culpa y
la ira son lo mismo en el sentido de que bajo ambas subyace el mismo
contenido, es decir, la ira y la culpa son simplemente dos formas
distintas de la creencia subyacente en la separación y en el pecado. La
culpa es la experiencia de ser pecador y la ira es la proyección de esa
culpa, en un intento de evitar la responsabilidad del pecado y verlo en
alguien más. "La ira simplemente chilla, ‘La culpa es real!’"
(M.18:3.1). Y debido a que ambas cosas son manifestaciones del mismo
sistema de pensamiento ilusorio, pueden entonces ser fácilmente
desechadas reconociendo que las experimentamos por elección propia y no
por razones externas. La ira se disipa a medida que puedo reconocer que
no es otra cosa que una defensa contra un recordatorio de mi propia
culpa y, mi culpa, desaparece a su vez ---cuando la miro con el amor de
Jesús a mi lado--- como la niebla en el sol de la mañana.
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