martes, 5 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: "Métodos de Estudio"

Métodos de Estudio… 

Q#1385: Puedes dar algunas claves o guías para ayudar a la gente que quiera estudiar el material del Curso? Cómo podemos aprovechar al máximo nuestro estudio de los 3 libros?

A: Vamos a hacer algunos comentarios generales y luego recomendar otras discusiones y/o recursos de nuestra página web.
============
Métodos de estudio:
============

En primer lugar, de acuerdo con la teoría, no existe una mejor manera o un método idóneo de estudio para el Curso. Es un plan de estudios que emprende el estudiante bajo la guía del Espíritu Santo o de Jesús y, como el Manual específicamente señala, dicho entrenamiento es “altamente individualizado” (M.9.1:5; M.29.2:6). Más aún, no pueden existir reglas o guías estrictas que se apliquen a cada individuo ya que las circunstancias, antecedentes y habilidades (entre otros factores) difieren enormemente.
  
Con respecto a leer y estudiar el material, Jesús no nos da instrucciones de cuál abordar primero, si el texto, el libro de ejercicios o el manual. Esta es una decisión para ser tomada por el estudiante. No hay forma correcta o equivocada al proceder con el material. Sin embargo, para alcanzar un nivel de comprensión adecuado de el sistema de pensamiento y unos cimientos sólidos para practicar las lecciones, se les anima a los estudiantes a emprender el estudio del texto en algún momento de su proceso. Jesús nos aconseja estudiarlo cuidadosamente pero no proceder a ello apresuradamente, ya que podríamos zambullirnos innecesariamente en un miedo muy intenso (T.1.VII.4,5; ver también pregunta #1163, FACIM). Jesús también explica en la introducción al libro de ejercicios que “la fundación teórica que el texto provee es necesaria como un marco de referencia para hacer que los ejercicios sean significativos” (W.in.1:1). No hay lugar a dudas que Jesús espera que los estudiantes dediquen tiempo al texto en algún punto de su proceso.
  
===============
Un Curso de Milagros: Forma y Contenido
===============

El Curso usa metáforas y en forma tiene muchos pasajes que se contradicen. Ello se debe a que no es algo que pueda ser leído y entendido a nivel intelectual exclusivamente. Su contenido y su mensaje amoroso de perdón, puede únicamente  ser entendido solo con la disposición que abre la mente a la verdad que el Curso refleja. La enseñanza del Curso es que el mundo es una ilusión y que la separación nunca ha ocurrido. Aquí  encontramos una aparente contradicción si observamos que el Curso mismo existe en el mundo de la forma. Claramente, lo que sucede es que el Curso se acomoda en el nivel de la forma, desde sus comienzos, de una manera amorosa que puede ayudar a la parte de la mente del Hijo de Dios que se encuentra guiada por la culpa, y que se encuentra convencida de estar irremediablemente perdida a causa de su terrible pecado. Siguiendo la lógica del ego, la culpa resultante de el ‘pecado’ de la separación engendra un terrible miedo del castigo a manos de un Dios colérico. Cuando el Curso nos dice que Dios llora y se encuentra solo sin nosotros (T.5.VII.4; T.2.III.5), el mensaje que nos quiere comunicar es que El no está furioso, no es un Dios vengativo sino un Dios que nos ama y nos extraña. Estas imágenes simbólicas son de ayuda para nosotros, quienes somos capaces de entender el concepto de un padre amoroso más fácilmente que la naturaleza abstracta de Dios. Como Jesús nos dice, “tu no puedes ni siquiera pensar en Dios sin un cuerpo, o en alguna forma que seas capaz de reconocer” (T.18.VIII.1:7); y “sin embargo, El [el Maestro de la Unicidad] usa el lenguaje que la mente puede entender, en la condición en la que ésta piensa que está” (T.25.I.7:4).
  
Estas líneas explican las metáforas usadas en el Curso, al igual que los niveles de enseñanza. Ya que nosotros creemos encontrarnos en el mundo, Jesús nos enseña desde el nivel de la experiencia. Habiendo elegido identificarnos con el cuerpo, pensamos, actuamos y “razonamos” como cuerpos, así el Curso viene a nosotros en un lenguaje que podamos entender y usa numerosas metáforas, imágenes poéticas y símbolos para hablarnos del Amor que hemos negado y olvidado.
  
Para repetir, el Curso tiene que encontrarnos en donde nosotros creemos estar, en un mundo muy complejo. Pero esto es solo debido a que el mundo es el efecto de un sistema de pensamiento muy complejo, el sistema de pensamiento que domina nuestras mentes. Por consiguiente, para que Jesús pueda  ayudarnos, el contexto de sus enseñanzas tiene que ser esta inmensa complejidad de nuestro mundo interno y externo. Esto es lo que él quiere decir con “este Curso permanece dentro del marco de referencia del ego, donde se necesita” (C.in.3:1). La complejidad es la marca distintiva del ego (T.15.IV.6:2). Las enseñanzas de Jesús tienen que dirigirse a la complejidad con el propósito de deshacerla.

Así, cuando empezamos con el Curso, puede de hecho aparentar ser desesperanzadoramente complejo, pero, para repetir, eso es únicamente debido a que el Curso se encuentra con nosotros donde creemos estar. Su propósito es guiarnos fuera de la complejidad a la “simplicidad de la salvación” (T.31.I), donde todos podemos darnos cuenta de que “lo que es falso es falso y lo que es cierto jamás ha cambiado” (W.pII.10.1:1). Esta es la simple verdad, escondida detrás de la vasta complejidad tanto del sistema de pensamiento del ego que se encuentra en nuestras mentes, como del mundo que surgió a causa de él.

Todos pueden beneficiarse de un Curso de Milagros. Uno no tiene que ser un intelectual para aprender a usarlo como un camino espiritual. Sin embargo, es claro que el Curso está escrito en un considerable nivel intelectual con sofisticaciones metafísicas, teológicas y conceptos psicológicos que se integran en su enseñanza a lo largo de tres libros. Gran parte está escrita en verso. Por consiguiente, cualquier lector/estudiante que no tenga una formación previa y que no se encuentre intelectualmente inclinado en esas áreas podría encontrar una gran dificultad entendiendo gran parte del material. Esto no quiere decir que esta persona no pueda ser ayudada leyendo los tres libros y haciendo los ejercicios. Si el resultado para esta persona es una transformación en alguien más amble, gentil, menos colérica, depresiva temerosa y con más certeza en el Amor de Dios, entonces el Curso habrá cumplido su propósito. Por otra parte, también hay una gran cantidad de personas sofisticadamente educadas quienes no han sido capaces de sincronizar con las enseñanzas del Curso. Ellos encontrarán otro camino más afín a sus necesidades e inclinaciones.

El Curso dice de sí mismo que es solamente uno entre muchas miles de otras formas de el Curso Universal (M.1.4). No tiene que ser para todos. Algunas religiones afirman ser la única religión, la única manera de reconciliarte con Dios. Un Curso de Milagros no se encuentra entre ellas. Más aún, en el Curso se establece claramente que toda la gente eventualmente encontrará un camino que les guiará a Dios. No tiene porque ser ese camino el Curso.

Finalmente, la estructura y el flujo que encontramos en la escritura del texto, pueden compararse a la ejecución de una sinfonía, donde se introducen temas, se dejan a un lado, vuelven a introducirse y se desarrollan. Esta no es una manera lineal, de progresión de ideas que normalmente encontramos en los libros de texto académicos, los cuales paulatinamente crecen en complejidad. Esto resulta en una entrelazada matriz en la cual cada parte es esencial al todo y, a la vez, contiene al todo en sí misma. De este modo, el mismo material se repite de manera consistente tanto dentro del Curso como un sistema de pensamiento, como también en las oportunidades de aprendizaje en nuestras vidas. El proceso de aprendizaje es análogo al ascenso en una escalera de caracol, donde el lector es guiado en un patrón circular donde cada vuelta lo acerca al tope donde la escalera termina y donde se abre hacia Dios. El ritmo en verso aumenta la impronta que hacen los temas que se presentan de manera recurrente.

Las únicas especificaciones que se dan en las lecciones, son dadas en la introducción del libro de ejercicios: “No intentes hacer más de una serie de ejercicios por día” (W.in.2:6). Es aconsejable para los estudiantes leer esta introducción antes de comenzar las lecciones, y releerla de manera ocasional más adelante. Otro principio importante en la introducción tiene que ver con la orientación para el estudiante: “Recuerda solamente esto: No tienes que creer en las ideas, no tienes que aceptarlas y ni siquiera tienes que recibirlas con agrado. Puede que hasta te opongas vehementemente a algunas de ellas. Nada de eso importa, ni disminuye su eficacia. Pero no hagas excepciones al aplicar las ideas expuestas en el libro de ejercicios. Sean cuales sean tus reacciones hacia ellas, úsalas. No se requiere nada más” (W.in.9).

Las lecciones pueden ser repetidas si así se desea. Si es especialmente una lección difícil o particular, podrías ser una buena idea permanecer en ella un par de días más o menos. Sin embargo, existe un riesgo en pensar que la lección necesita hacerse perfectamente antes de pasar a la siguiente. Esto es una trampa, ya que es altamente improbable que alguno de nosotros pueda hacer ninguna de las lecciones perfectamente. Si pudiésemos, habríamos alcanzado un grado tan avanzado en nuestro crecimiento espiritual que no tendríamos necesidad de las lecciones en absoluto.

En la mitad de la lección 95, se nos informa de cómo hacer si fallamos algunos días o semanas en la práctica de las lecciones. Es importante saber que no es necesario comenzar todo de nuevo. Las instrucciones en la lección 95 se enfocan en ayudarnos a reconocer las distintas formas mediante las cuales el ego se inmiscuye en el proceso, nos dice además como deberíamos responder a “nuestra falta de diligencia y el no seguir al pie de la letra las instrucciones” (W.pI.95.8:3) con el perdón. Esa es la clave. Jesús no guarda un registro de qué tan acertadamente hemos estado llevando a cabo las instrucciones del día; su único interés es ayudarnos a entrenar nuestras mentes para pensar cada vez más en términos del perdón y, eventualmente, poder generalizar nuestro aprendizaje a cada aspecto de nuestras vidas y nuestra experiencia.
  
El asunto central es que seamos sinceros en nuestros intentos de estudiar y practicar lo que el libro de ejercicios enseña, conscientes de que tenemos una gran resistencia, pero que sin embargo, tenemos la disposición de perdonarnos a nosotros mismos por nuestros muy frecuentes e inadecuados esfuerzos. Mientras continuemos aprendiendo y aplicando las lecciones como se nos es instruido, estaremos haciendo progresos. Es importante enfocarnos en el contenido, en lugar de la forma. Lo que en realidad importa es hacer un esfuerzo sincero de seguir las lecciones tan cuidadosamente como podamos, sin juzgarnos a nosotros mismos cuando fracasemos. De hecho, podría decirse que el propósito de hacer las lecciones es hacerlas mal y entonces perdonarnos por nuestros errores. Esto sería un reflejo del perdón en última instancia que tenemos que concedernos por el error de la separación de nuestro Creador y Fuente.

El manual para maestros, el tercer libro,  suele ser el más fácil de los tres. El Curso nos ayuda a darnos cuenta de que todos somos maestros y estudiantes unos de otros y que no hay línea divisoria entre unos y otros. Aprendemos a medida que enseñamos y enseñamos a medida que aprendemos. Pero esto no tiene nada que ver con el contexto formal de enseñanza. Lo que en realidad significa es que enseñamos mediante la demostración. El Curso de Milagros no se ocupa de la forma (el cuerpo) sino del contenido (la mente). El manual está escrito en el formato de preguntas y respuestas. Las preguntas planteadas en el manual conciernen a algunos de los temas más importantes que se encuentran en el Curso. Existe un apéndice del manual, el cual Helen canalizó un par de años después de que se completara el Curso. Se le llama la clarificación de términos, la cual es, en cierto sentido, un glosario de algunos de los términos claves que se usan en el Curso. Dicho glosario tiene como meta el definir esos términos a los estudiantes del Curso. La experiencia nos dice que si no sabes de antemano lo que el término significa, la clarificación probablemente no será de mucha ayuda. Es más bien una preciosa manera, poética a veces, de resumir lo que esos términos significan.  Otra manera de revisar lo que ya hemos encontrado en el Curso.
=====================
Recursos de aprendizaje:
=====================

1) En castellano encontramos libros y material editado por el “El Grano de Mostaza”  Sus libros se encuentran hoy en día en las librerías españolas y en Latinoamérica. Tienen venta vía web
2) en inglés tenemos la fundación para el curso de milagros (www.facim.org) está dedicada a la difusión de material escrito y audio visual.  Los recursos de aprendizaje gratuitos en línea son numerosos y se encuentran en         http://www.facim.org/online-learning-aids.aspx

La fundación recomienda al final de esta guía de estudios una serie de preguntas y material que podemos ver al final del enlace