martes, 5 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: ¿Qué significa que "la corrección tiene que proceder verticalmente de abajo hacia arriba"?

Pregunta#375: Qué significado tiene “...la corrección tiene que proceder verticalmente, de abajo hacia arriba” (T.1.VI.3:3)?

Respuesta: En varios lugares en el Curso, Jesús usa la metáfora de una escalera cuando nos habla de nuestra separación de Dios y del proceso de desasimiento de esa separación. Nuestra decisión de separarnos de Dios dio origen a una serie de dinámicas que nos han traído al fondo de una escalera, lo cual no es sino nuestra presente experiencia de vida y de nosotros mismos. Nuestro regreso, por consiguiente, tiene que comenzar desde donde estamos y, con Jesús gentilmente a nuestro lado, subimos la escalera, paso a paso, hasta que alcancemos el tope: “...la salvación procederá a cambiar el rumbo de cada paso que jamás se haya dado en el descenso hacia la separación, hasta que lo andado se haya desandado, la escalera haya desaparecido y todos los sueños del mundo hayan sido des-hechos... Lo que espera en perfecta certeza más allá de la salvación no nos concierne ahora, pues apenas has empezado a dejar que se te guíe en tus primeros e inciertos pasos de ascenso por la escalera que la separación te hizo descender. El milagro es lo único que debe concernirte ahora. Este es nuestro punto de partida” (T.28.II.12:7; III.1:1,2,3,4).

De esta forma, nuestra corrección está basada en nuestra presente experiencia como cuerpos en el mundo. Esta es la razón por la que debemos estar muy atentos en no omitir pasos negando nuestros cuerpos o nuestras experiencias físicas en un intento de saltar desde el fondo de la escalera hacia la cima. Ya que de hacerlo, cualquier sanación que pudiéramos experimentar sería de corta duración, ya que la culpa encubierta aún persistiría. El proceso de sanación comienza con nuestra experiencia como cuerpos físicos individuales ya que es eso lo que creemos ser, de otra forma no estaríamos teniendo esas experiencias. “El Espíritu Santo te lleva dulcemente de la mano y desanda contigo el camino recorrido en el absurdo viaje que emprendiste fuera de ti mismo, conduciéndote con gran amor de vuelta a la verdad ya la seguridad de tu interior” (T.18.I.8:3).

Link al original aquí.