Pregunta#469:
Me pregunto qué tiene que decir Un Curso de Milagros acerca de mi
abuela quien padece la enfermedad de Alzheimer. Ella no es la misma
persona, lo que aparenta estar ahí es su cuerpo y no su alma. Me
pregunto si ella se encuentra ya en el Cielo y su cuerpo fue simplemente
dejado aquí en la tierra para que el resto de nosotros pudiera aprender
alguna lección. Podrías ayudarme a entender esto?
Respuesta:
Ver que alguien se deteriora con enfermedades de este tipo no es fácil y
esperamos que puedas llegar a experimentar la paz profundamente dentro
de ti y en tu abuela a medida que atraviesas por esto. Las enseñanzas
del Curso acerca de la enfermedad resultan muy difíciles de aceptar (sin
mencionar que podamos conectar con ellas) para la mayoría de la gente
porque establecen que más allá de las apariencias, el cuerpo no está
enfermo, no más que una marioneta podría llegar a enfermar sólo porque
el titiritero la haga aparecer y moverse de una determinada forma. La
enseñanza inequívoca del Curso es que el cuerpo sólo hace lo que la
mente le dice que haga y, más profundamente, que el cuerpo no es una
entidad separada de la mente. Otros sistemas enseñan que el alma
abandona el cuerpo y va al Cielo, pero esto no es lo que enseña el
Curso. La enfermedad es una fabricación del ego para reforzar nuestra
creencia de que somos cuerpos y no espíritu; así que todas las formas de
enfermedad (y no hay jerarquías entre ellas) son una defensa en contra
de la verdad de Quienes en realidad somos como Cristo (W.pI.136).
No
podemos en realidad saber los aspectos específicos del camino de
Expiación de alguien más (y la mayor parte del tiempo, ni siquiera de
nuestro propio camino), pero es posible que tu abuela (como mente
tomadora de decisiones) eligiera la condición de Alzheimer para ayudar a
otros a entender que no son cuerpos y que este mundo no es nuestro
hogar. No tenemos manera de saber si esto es así. La condición corporal
no es un indicador claro de lo que está sucediendo en la mente ya que
condiciones corporales idénticas pueden reflejar tanto una elección de
la mentalidad errada como de la mentalidad recta. Así que para aplicar
las enseñanzas de el Curso en este tipo de situaciones de prueba tienes
que primero respetar su elección y entonces, ver la situación como un
aula, enfocándote únicamente en qué maestro eliges para que te guíe a
través de ella: el ego o Jesús. El ego querría que vieras el deterioro
de tu abuela como una tragedia terrible y lamentable de la que
algo/alguien tiene la culpa. Jesús te ayudará a lidiar con tus juicios y
con tus sentimientos para que puedas ver más allá de ellos a la luz y
al amor que te definen tanto a ti como a tu abuela (y a todos) por
igual: “Simplemente [el milagro] contempla la devastación y le recuerda a
la mente que lo que ve es falso...allana el camino para el retorno de
la intemporalidad y para el despertar del amor, pues el miedo no puede
sino desvanecerse ante el benevolente remedio que el milagro trae
consigo” (W.pII.13.1:3,6).
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