miércoles, 6 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: Debería terminar con mi relación si mi compañero desea tener sexo con otras?

Pregunta#622: Mi compañero y yo hemos estado juntos por algún tiempo. Él es un maestro de Un Curso de Milagros. Se me está desafiando recientemente con algo en lo que necesito orientación. Mi compañero desea la “libertad” de poder tener sexo con otras mujeres porque él dice que está en 'su naturaleza' el poder hacer eso y no sentirse culpable al respecto. El no está dispuesto a renunciar a esa libertad y me lo ha dicho para no sentirse culpable cuando ello suceda. Lo quiero y hemos tenido una relación increíble en la cual hemos estado de acuerdo en construir un futuro juntos para ayudar a crecer a otras personas y a nosotros mismos. Pero no puedo sino sentir náuseas con respecto a eso y preguntarme porqué él querría hacer esto. ¿Es esto una fantasía que él se niega a abandonar o me equivoco al no querer que él explore “su naturaleza” ya que yo no tengo ese deseo de buscar a otros hombres para el sexo o para tener compañía? Me siento tan confundida acerca de lo que el Curso me pide que haga o piense y no puedo evitar cuestionarme a mi misma si estoy equivocada al desear un compañero que quiera lo mismo que yo. Lo quiero de verdad, pero tengo miedo de que esto acabe con lo nuestro y, si es así, que así sea, pero necesito primero saber si hay alguna otra forma. 

Respuesta: En lugar de enfocarte en tu compañero y en sus expectativas acerca de la relación y en cómo ellas podrían crear un conflicto con tus propias expectativas, el Curso te invitaría a que primero te pongas en contacto con el propósito que tu propio ego le ha dado a tu relación. Por supuesto que nosotros buscamos de manera consciente nuestras relaciones de amor especial para que nuestras necesidades sean satisfechas y, por eso, tenemos expectativas implícitas y explícitas de cómo queremos que sea la otra persona para que así podamos obtener lo que queremos. Y cada miembro de la pareja tiene su propio catálogo de expectativas basado en sus propias necesidades tal y como las percibe. Dentro de la relación, vemos que nuestra propia felicidad y satisfacción depende de que la otra persona cumpla o no nuestras expectativas. Esta es la razón por la que todos en el mundo aparentan entablar relaciones.

Sin embargo, el propósito más soterrado y usualmente inconsciente que tiene el ego para todas las relaciones de amor especial es que no puedes confiar en el amor, ya que al final será traicionado, abandonado o, de alguna u otra forma, siempre victimizado a manos de nuestro compañero/a de amor especial. Y el amor se tornará en odio ---demostrando desde la perspectiva del Curso que en realidad nunca fue amor (T.16.IV.4:1,2,3,4) sino dependencia. Y tales sentimientos, independientemente de cuán justificados parezcan estar, no tienen nada que ver con el comportamiento del otro sino únicamente con nuestra profundamente enterrada sensación de culpa y de ser indignos y con nuestro deseo abrumador de proyectar la responsabilidad de esos sentimientos afuera de nosotros en alguien más. Este es el propósito real del ego que se encuentra oculto en todas nuestras relaciones.

Por otra parte, no hay nada malo en que cada una de las personas dentro de la relación sea claro acerca de lo que desea en la relación y ver entonces si hay compatibilidad. El único error aquí sería pensar que lo que alguno de los desea o que insista en tener, sea lo que es espiritual. Como egos, todos deseamos lo que sentimos que es mejor para nosotros y en realidad no nos importa nadie más. Así que el conflicto es inherente e inevitable en todas las relaciones especiales y es únicamente cuestión de tiempo que el conflicto emerja. Las justificaciones a favor o en contra de la fidelidad al nivel de comportamiento están todas basadas en el ego. (véase la pregunta #417 para una discusión ampliada sobre el tema de la fidelidad).

Así que ¿deberías irte o quedarte? A Jesús le gustaría que reconocieras que éste no es en realidad el asunto central. La pregunta que él desearía que te hicieras es si estás dispuesta a darle un propósito distinto a la relación y, eso, es justamente la otra forma de hacer las cosas que has preguntado. El nuevo propósito sería el que se use la relación como un espejo en vez de usarlo como una pantalla, esto es, como un reflejo de lo que se encuentra sepultado dentro de tu propia mente pero proyectado fuera en lugar de una forma de ver el egoísmo y la culpa en alguien más y no en ti misma. Y esto puedes hacerlo independientemente de que te quedes en la relación o no. Ya que todos estamos en nuestras profundidades acusándonos silenciosamente de haber sido infieles a Dios y de ir a buscar fuera el amor y la satisfacción que esa Relación nos provee. Y la culpa que sentimos acerca de esta auto-acusación es lo suficiente para hacer que cualquiera tenga náuseas!

Por lo tanto sé gentil contigo y con tu compañero en este proceso de auto-indagación, la cual se ve facilitada por el reconocimiento de los objetivos conflictivos de la relación que estás experimentando con él. Cualquier intento de cambiar al otro con la finalidad de encontrar la propia felicidad está condenado al fracaso desde el comienzo (W.pI.71.2,3). Pero cualquier intento de cambiar nuestra mente acerca de cómo y con quién estamos percibiendo una situación desafiante, si estamos dispuestos a soltar nuestra propia inversión en cualquier desenlace específico, está garantizado con el éxito.

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