martes, 5 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: Perdón aplicado a diferentes formas de ataque

Pregunta#317: Cuando el otro día leí acerca del virus ‘SARS’ y de cómo ataca las células, mis pensamientos viajaron hasta el ataque en Iraq y luego, a mi propia historia de víctima a manos de mis vecinos (y a los consiguientes ciclos de ataque/defensa).  Podrías por favor comentar acerca de cómo se aplica el perdón a cualquiera de estas situaciones y a la relación que existe entre ellas? 


Respuesta: Estás en lo cierto cuando asocias esas 3 formas distintas de ataque. El perdón se aplica a cada situación de manera idéntica, porque en contenido, todas ellas son lo mismo. En cada caso, hay víctimas aparentemente inocentes que están siendo atacadas por fuerzas externas (los verdugos), lo cual les produce sufrimiento. Todas las víctimas entonces pueden hacer suyo, de manera justificada, el conocido lamento del ego: “…Contémplame hermano, a tus manos yo muero” (T.27.I.4:6).

El perdón, tal como es enseñado en el Curso de Milagros, nos pide que nos volvamos conscientes de los sentimientos y de los juicios que emergen cuando contemplamos cada uno de esos escenarios de ataque. Nuestras reacciones nos indican las creencias que abrigamos acerca de nosotros mismos como víctimas inocentes, y nuestros juicios acerca de los verdugos. Se nos pide que en primer lugar reconozcamos esas creencias y que entonces aprendamos a mirar más allá de las apariencias externas hacia la verdadera fuente de nuestro sufrimiento, la cual no es otra cosa sino una decisión en la mente de hacer que la separación sea real. El perdón comienza tomando responsabilidad de esta elección y de sus efectos (sentirte atacado y victimizado), sin culpar a nadie ni a nada externo a la mente. Esto es lo que el Curso quiere decir con “…perdona al Hijo de Dios por lo que no ha hecho”(T.17.III.1:5). Cualquier ataque que se perciba, independientemente de la forma que pueda tomar, es siempre un reflejo del ataque que se ha hecho sobre nuestra Identidad como Hijo de Dios eligiendo la separación en la mente. Esto es cierto para nosotros y también lo es para cualquier otro que percibamos sufriendo a manos de otros. Aquí por “otros” entendemos ejércitos, virus, vecinos, desastres naturales, etc. Nuestra responsabilidad como estudiantes del Curso es reconocer en nosotros y los demás el poder de la mente para elegir. Una vez que hayamos hecho eso, podemos entonces reconocer que todos podemos usar el mismo poder de la mente para hacer otra elección diferente. Mientras tanto, no neguemos nuestros pensamientos, sentimientos y juicios acerca de la situación tal como la percibimos, para poderlos llevar al Espíritu Santo, entonces nuestras mentes se liberan para ser guiadas para actuar de la manera mas amorosa.

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