miércoles, 6 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: Si la enfermedad no es "real", ¿cómo entonces debería un estudiante del Curso proceder en lo concerniente a las enfermedades de transmisión sexual (ETS)?

Pregunta#537: Como probablemente has escuchado, los profesionales de la medicina aconsejan a sus pacientes portadores de la enfermedad de transmisión sexual (ETS) del herpes ---la cual se sabe que es por siempre contagiosa--- comunicárselo a su compañero/a sexual y usar protección para evitar transmitirle la enfermedad a su compañero/a. Y Un Curso de Milagros nos enseña que la enfermedad es el efecto de nuestra creencia en nuestra culpa. Como la culpa no puede ser contagiosa, cómo podría entonces un estudiante del Curso pensar, hablar y actuar de manera correcta acerca de la ETS del herpes?
  
Respuesta: Aunque la culpa no sea contagiosa, inevitablemente conlleva a la expectativa de un castigo. Siguiendo el plan del ego, para defendernos de la agonía y miedo en nuestras mentes suscitados por esta culpa, negamos la mente y sus contenidos y terminamos creyendo que somos cuerpos en un mundo con leyes propias. (Ver por ejemplo W.pI.76.8, donde Jesús lista algunas de estas leyes.) Mediante una elección, entonces, nosotros (el tomador de decisiones, las mentes fuera del espacio y del tiempo) nos ponemos a nosotros mismos bajo estas leyes y suprimimos completamente de nuestra consciencia esta dinámica que está tomando lugar en nuestras mentes, las cuales son el cimiento de nuestras experiencias en el mundo. Todo esto es un completo montaje, pero si estamos convencidos de ser cuerpos, mejor es que prestemos mucha atención a estas llamadas leyes. Si, es cierto que en última instancia la enfermedad es ocasionada por nuestra creencia en la realidad de nuestra culpa, pero mientras estamos trabajando en ese nivel, lo cual es un paso en la dirección adecuada, no podemos ignorar o negar nuestras experiencias corporales, ni Jesús mismo piensa que eso sea una buena idea: (T.2.IV.3:8,9,10,11).

Tú hablas únicamente del herpes, pero piensa un momento si beberías de una taza que acaba de usar alguien que en ese instante tiene gripe? Aceptarías una donación de sangre de alguien que sepas que está infectado con el virus del SIDA? Permitirías que tus hijos jueguen con otro niño mientras éste tiene sarampión? Comerías en un restaurante si quienes cocinan tienen hepatitis? El punto es, nuevamente, que si tu crees ser un cuerpo, es simplemente un acto de sentido común hacer lo que normalmente hace la gente en el mundo para protegerse a si mismos y a otros ---pero sin hacer una gran cosa de eso. Este es esta la transigencia necesaria que Jesús mismo recomienda (en la referencia al capítulo 2 dada anteriormente).

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