martes, 5 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: Verdadera entrega

Pregunta#309:  Se nos enfatiza continuamente en las respuestas que das, que lo que tenemos que hacer es traer nuestros pensamientos del ego al amor de Jesús en nuestra mente recta. Cómo podemos saber que eso es lo que estamos haciendo? Lo que quiero decir es que esto no se parece a hablar con alguien en forma humana, al cual puedes oír y ver y saber directamente que  es lo que estás haciendo.


Respuesta: Aunque nunca podamos estar seguros en cualquier momento dado si hemos apartado a nuestras mentes del ego y nos hemos unido con Jesús, una de las señales más claras es sentir una liberación del peso y de la tensión de nuestros juicios, a los que nos hemos estado apegando. Porque a fin de cuentas, de eso es de lo que se trata el perdón (seamos o no conscientes de unirnos con Jesús): de dejar ir nuestros pensamientos de condena y de ataque. Cuando somos honestos con nosotros mismos, podemos reconocer la tensión a la que estamos sometidos (en nuestras mentes, proyectada en nuestros cuerpos) cada vez que juzgamos, no importa si se trata de juicios negativos de odio y repulsión o se trate de los tan conocidos pensamientos de juicios positivos de deseo y atracción ---la sensación de que algo o alguien fuera de nosotros es lo que queremos y necesitamos.  La tensión, en toda su amplia gama de manifestaciones, es siempre una señal de conflicto y separación, no importa si la interpretamos como buena o mala.

Jesús no es en realidad una entidad separada como podría ser tu madre o un buen amigo, es en verdad una presencia que podemos experimentar y con la cual podemos relacionarnos en nuestras mentes, a un nivel personal mientras aún creamos ser personas. Quizás has tenido la experiencia de que, mientras lees sus palabras en el Curso, Jesús está ahí contigo y de que él en realidad te está hablando. No te dejes engañar por tu ego cuando te diga que eso es solo tu imaginación. Esa experiencia es más real que todas las otras en las cuales buscas otros cuerpos para rechazar tu aislamiento. La unión y la paz ocurre en la mente, no entre los cuerpos.

Por esto es por lo que podemos llegar a sentirnos tan solos a pesar de que estamos rodeados por otros, si nuestros pensamientos en cambio han sido de separación y de aislamiento.  Y podemos sentirnos muy contentos y completos simplemente pensando en alguien que no se encuentre físicamente presente pero de quien no tenemos dudas acerca de su amor y aceptación. Jesús quiere que sepamos que independientemente de las rarezas e incertidumbre de nuestro amor mundano, su amor es siempre constante, siempre se encuentra ahí. En esos momentos en los que dudamos, simplemente podemos retomar su libro y leer sus palabras y sus promesas. Hay muchas, pero consideremos ahora éstas al final del libro de ejercicios: “ Tu no caminas solo, los ángeles de Dios revolotean a tu alrededor, muy cerca de ti. Su Amor te rodea y de esto puedes estar seguro: yo nunca te dejaré desamparado. (W.ep.6:6-8).

Link al original  aquí.