Pregunta:
Recientemente ingresé al programa
de los 12 pasos para el abuso de sustancias, y parece estar haciendo
una diferencia positiva. Sé que Ken ha dicho que tenemos que lidiar
con algunos problemas en términos del mundo, pero sólo para que
podamos verlos tal como son. ¿Hay algo más que deba saber al tratar
de conciliar mi estudio de UCDM con este programa, pues siento que
hace que el problema sea muy real?
Respuesta:
Por lo general, es muy útil tratar de resolver los síntomas de
cualquier enfermedad con la que nos podamos enfrentar antes de estar
preparados para abordar las causas más profundas y subyacentes de
nuestra angustia de
las que el Curso nos ayuda a ser conscientes. En una emergencia
médica, como un ataque cardíaco o apendicitis, primero debemos
obtener la atención adecuada para aliviar/lidiar con los síntomas
físicos. Del mismo modo, si estamos atrapados en algún tipo de
comportamiento adictivo y auto-destructivo, el primer paso sería
controlar la adicción. Y los programas de los doce pasos
generalmente son muy efectivos para lograr tales cambios. Ahora bien,
desde la perspectiva del Curso, tales programas no resuelven la
fuente subyacente de la angustia, pero desarrollar cierta disciplina
y control en torno al comportamiento de auto-agresión suele ser un
primer paso esencial en el proceso.
Sería
un error como estudiante del curso el no reconocer que tales
intervenciones pueden ser extremadamente útiles sin olvidarnos de
que hay otros pasos adicionales que tomar. Cualquier cosa que intente
resolver un problema a nivel del mundo, en lugar de abordar la causa
subyacente del problema en la mente, es lo que el Curso llama magia.
La mayoría de nosotros vivimos nuestras vidas usando magia casi
exclusivamente --si
es que no todo el tiempo--
para enfrentar lo que vemos
como nuestros problemas. Las intervenciones para los problemas
médicos y las adicciones descritas anteriormente se considerarían
mágicas, desde la perspectiva del Curso. Aunque el Curso enseña que
la magia no cura (T.2.IV.4: 3) --la
verdadera sanación proviene solo de liberar la culpa de la
auto-condena en nuestra propia mente--
tampoco deberías interpretar que el Curso toma partido
en contra de la magia De hecho, Jesús reconoce que, si bien nuestro
miedo es aún demasiado grande, "puede ser prudente utilizar un
enfoque conciliatorio entre el cuerpo y la mente en el que a algo
exterior se le adjudica temporalmente la creencia de que puede curar"
(T.2.IV.4: 6).
Por
otra parte, no nos olvidemos de que el mundo (y las formas en él)
son neutras. Ésta es la razón por la que el Curso nos enseña que
nuestra única preocupación real debería ser el propósito que le
demos a las formas (T.4.V.6: 8,9). La clave para usar algo como el
programa de los doce pasos al lidiar con un problema como una
adicción,
sería estar consciente de cómo se lo está usando:
Si lo usas para reforzar tu
creencia en la realidad de tu debilidad y tus limitaciones, y como un
medio para verte a ti mismo como separado y diferente de los demás,
entonces estará sirviendo a un propósito del ego. Pero si lo ves
como un medio de ser amable contigo mismo, de reconocer que necesitas
una ayuda que que no provenga de tu yo-ego, y que eres lo mismo que
todos los demás (pues a pesar de las diferencias en las formas de
nuestras vidas, todos estamos atrapados en la trampa del ego de creer
en la culpa, el ataque y el miedo) entonces el
programa de los doce pasos estará
sirviendo al propósito del Espíritu Santo. No olvides que es muy
frecuente vacilar y
encontrarte alternando entre éstos dos propósitos diferentes.
Y
por supuesto que tienes razón cuando comentas que el Curso y el
camino de los doce pasos no pueden reconciliarse como caminos
espirituales, ya que están diciendo cosas diferentes. Cualquier
intento de combinarlos disminuirá significativamente la eficacia de
ambos.
A medida que trabajes con el programa de los doce pasos, puede ser de
ayuda que recuerdes que el único problema es la adicción a la culpa
en la mente, ya que creemos que esa culpa nos "mantiene a salvo"
del amor. La culpa la proyectamos en la miríada de formas que toma
el conflicto en nuestras vidas para evitar entrar en contacto con el
problema real en la mente. Y el abuso con las sustancias es sólo una
de las muchas formas de conflicto externo,
en
el
montaje que nos hemos fabricado
para
no tener así que mirar a la culpa interna. Una vez que entiendes
cuál ha sido el propósito que le has dado al abuso con las
sustancias, puedes ahora otorgarle uno nuevo.
Por
lo tanto, el abuso con las sustancias no es el verdadero problema
sino sólo el síntoma o la manifestación del problema subyacente de
la culpabilidad en tu mente. Llegar a reconocer el problema externo
nos abre un camino para volver a ser conscientes de la culpabilidad
enterrada en lo profundo de la mente. Al liberar la culpa y el juicio
que has asociado con el abuso de las sustancias, descubrirás que ha
disminuido con el tiempo la necesidad de defenderte de la culpa en la
mente --que
el abuso de sustancias habría querido reforzar. Entonces, el enfoque
principal para el
trabajo
de sanación
no reside en el problema externo del abuso de sustancias, sino en la
culpabilidad encubierta que dicho abuso de sustancias te está dando
ahora
la oportunidad de ser consciente. No obstante, a través de una
indagación en profundidad de tu problema con el abuso de sustancias,
indagación que incluye identificar a quienes puedas haber culpado
por haberte conducido a esa situación y a los efectos de tu abuso en
las relaciones presentes y pasadas, áreas para las cuáles el
programa de los 12 pasos puede ser muy útil, podrás rastrear la
culpabilidad a través de "sus tortuosas rutas"
(T-15.X.5:1) en la forma hasta sus orígenes en la mente, donde luego
podrá ser deshecha.
Fuente: http://facimoutreach.org/qa/questions/questions13.htm#Q57