Pregunta#429:En todo caso, no mejora el Curso nuestras circunstancias en este mundo?
Respuesta:
Un principio básico del Curso nos enseña que “las ideas no abandonan su
fuente” (W.p.I.132.5:3), que es la mente. Independientemente de lo que
sea que ocurra en nuestra experiencia en la forma, todo es un reflejo de
nuestra elección en la mente de identificarnos o bien con el ego o bien
con el Espíritu Santo. Nuestra experiencia en el mundo envuelve una
miríada de situaciones aparentemente diferentes, las cuales en sí mismas
son neutras. Es nuestra interpretación de ellas lo que les da el poder
de arrebatarnos la paz o de no afectarnos. La interpretación está basada
en una creencia acerca de nosotros mismos. Cuando la mente elige
identificarse con el sistema de pensamiento del ego y, por ende, con la
separación y con el cuerpo, interpreta entonces la enfermedad o la falta
de dinero como una amenaza o un ataque. Cuando la mente elige
identificarse con el Espíritu Santo, el estar enfermo o carecer de
dinero no es percibido como un ataque y no tiene entonces efecto alguno
sobre el estado de paz de la persona. Cualquier condición física se
vuelve por consiguiente irrelevante; ella podría cambiar o no hacerlo.
Aunque el poder de la mente puede usarse para cambiar las condiciones
físicas, a menos que la elección sea en favor de la sanación del
Espíritu Santo, el problema continuará de una u otra forma. Es la mente
la que está enferma y en necesidad de que se le sane: “El cuerpo no
tiene necesidad de curación, pero la mente que cree ser un cuerpo,
ciertamente está enferma!” (T.25.in.3:1,2).
Estás
en lo cierto cuando dices que la meta del Curso no es hacer mejores
cosas en este mundo: “... No trates por lo tanto de cambiar el mundo,
sino elige más bien cambiar de mentalidad acerca de él” (T.21.in.1:7).
Es un error creer que la fuente de la angustia es cualquier cosa externa
a la mente, como por ejemplo la enfermedad física o la falta de dinero.
El Curso nos dice que la causa de todo conflicto en la elección en la
mente de creer que la separación es real. La meta del Curso es la
sanación de la mente acerca de este pensamiento, enseñándonos que
nuestra verdadera identidad es la mente, no el cuerpo.
Independientemente de que sea un cuerpo saludable, enfermo o pobre. Esta
es una lección importante que se nos pide que aprendamos. Solo esto nos
podrá traer la paz que buscamos y el despertar último del sueño de la
separación.
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