martes, 5 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: ¿Disminuirán mis pensamientos de juicio a medida que me vuelva más consciente de ellos?

Pregunta#421: He estado estudiando Un Curso de Milagros por algunos meses y he aprendido que los errores se deshacen mediante el mirarlos. Para tomar consciencia de mis errores, trato de estar alerta a frases como "Ellos no deberían hacerlo así" o "Tienes que comportarte de esta forma." Yo creo que a medida que tomo consciencia de mi deseo de controlar a otros a mi alrededor, estas frases desaparecerán. Es de ayuda esta técnica para suspender los juicios o envuelve esto en si mismo otro juicio más?

Respuesta: Prestar atención a las cosas que piensas y dices es una excelente forma de practicar el estado de vigilancia que enseña el Curso. Es una parte importante del entrenamiento mental del Curso. Lo que esos pensamientos y palabras reflejan son las creencias y juicios del sistema de pensamiento del ego cuyo pilar es la creencia en la realidad de la separación. Esta creencia es el error original, el cual da origen a todos los errores subsiguientes en juicios. Volverte consciente de la forma específica que el sistema de pensamiento de separación toma en todas nuestras relaciones, es como podemos entrar en contacto con la elección que se ha llevado a cabo en la mente. En el ejemplo que pones, el querer controlar a otros refleja el deseo de "controlarnos" a nosotros mismos decidiendo quienes somos, en lugar de aceptar la identidad que Dios nos ha dado. Debido a que nosotros mismos nos hemos disociado del poder de elegir de nuestra mente, la única manera de saber qué hemos elegido, es a través de los efectos de esa elección en nuestras relaciones e interacciones dentro del sueño. Ellas nos muestran si hemos elegido creer la interpretación que hace el ego de nuestra identidad (cuerpos separados) o la interpretación que hace el Espíritu Santo (el Hijo de Dios es inocente). Esta toma de consciencia es un paso importante en el proceso del desasimiento. Sin embargo, no es el final del proceso: "Para que el maestro de Dios pueda curar, es esencial, pues, que permita que sus propios errores le sean corregidos. Si siente la más leve irritación al responder a otro, que se dé cuenta de inmediato que ha hecho una interpretación falsa. Que se dirija entonces a su Eterno Guía interno y deje que sea El Quien juzgue cuál debe ser su respuesta" (M.18.4:1,2,3).

Una vez que somos conscientes de nuestros juicios y creencias erróneas, ello no desaparece automáticamente. Tenemos una elección importante que hacer: o bien seguimos abrigando todo eso o bien los intercambiamos por la corrección del Espíritu Santo. La primera elección refuerza el sistema de pensamiento del ego, el cual es la fuente de todo el dolor que se experimenta en el mundo de la ilusión. La segunda elección nos guía al desasimiento de la creencia en la separación del ego debilitando nuestra inversión en ella. A medida que tomamos consciencia del enorme costo que tiene para nosotros mantener la creencia errada en la separación (dolor y conflicto), aumenta nuestra disposición a elegir la corrección del Espíritu Santo: "El Cielo es algo que se elige conscientemente. La elección no puede llevarse a cabo hasta que no se hayan visto y entendido claramente las alternativas. Todo lo que se encuentra velado en la penumbra, tiene que someterse al entendimiento para ser juzgado nuevamente, mas esta vez con la ayuda del Cielo. Y todos los errores de juicio que la mente cometió previamente pueden ser ahora corregidos, a medida que la verdad los descarta por carecer de causa. Ahora no tienen efectos. No se pueden ocultar, pues se ha reconocido su insustancialidad" (W.pI.138.9:1,2,3,4,5).

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