miércoles, 6 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: ¿Qué son los pensamientos del ego?

Pregunta#858: Con frecuencia haces referencia a la proyección, esto es, deshacerte de lo que tu no deseas asignándoselo a alguien o a algo más. En realidad no existe nada ahí afuera así que la proyección es simplemente un término usado para describir una actividad en la mente donde un fragmento de la “creación” queda catalogada bajo un título ---como el ego. Asumo que el ego sabe que el tiempo no existe pues el ego “crea” de manera continua y holográfica para desarrollar múltiples respuestas dirigidas a toda una gran serie de causas. Nosotros, en nuestro estado ilusorio como seres humanos, podemos entonces acceder y “vivir” cualquiera de esas respuestas y creeremos que en realidad las estamos experimentando como si estuvieran sucediendo por primera vez. Si, tal y como dice el Curso, somos todos una mente, entonces mis pensamientos basados en el ego son solo accesibles para mi o pueden otras mentes “vivir” también mi sueño? Yo se que el Cielo es el estado donde la unión de todas las mentes y el compartir es lo natural, pero qué son los pensamientos del ego? 

Respuesta: Vamos responder a lo que planteas más o menos en el orden en el que lo presentas:

La proyección comenzó de manera ontológica en un intento de colocar la culpa que se fabricó acerca de la separación afuera de la mente-uno-ego (T.7.VIII.4:2,3,4, T.13.II.1:1). Ya que nada ni nadie existía como una entidad separada fuera de la mente ego, nosotros como el Hijo uno necesitamos fabricar algo separado para que fuera el depositario de dicha culpa. Fue de esta manera como se separó el ser-uno culpable con el que nos habíamos identificado en un ser separado culpable, llamado “Dios”, y un ser inocente con el que nos continuamos identificando (ver la pregunta #853 para una ampliación de esto). Esta dinámica básica que involucra la un ser fabricado y otro ser, igualmente fabricado, ha sido la base para toda la proyección posterior, la cual se vuelve un fenómeno cada vez más complejo una vez que el estallido de la mente-ego en billones de fragmentos se adopta como defensa contra la ira del Dios-fabricado en la mente dividida. Planteado de manera simple, la proyección no es otra cosa que una defensa para evitar tomar responsabilidad de nuestros propios pensamientos de ego (T.6.II.1,2). Para dejar clara la distinción entre la realidad y la ilusión, el Curso denomina fabricación (o creación falsa) a todo lo que aparente resultar de nuestra actividad con el ego (por ejemplo, T.2.II.2:5; T.2.VII.3:13,14,15).

Aunque por propósitos instructivos el Curso habla del ego como si fuese una entidad separada que sabe y hace cosas; no es otra cosa que un sistema de pensamiento ilusorio o conjunto de creencias que nuestra mente dividida activa cuando deseamos creer que la separación de Dios es real (T.4.VI.1). El tiempo y el espacio se encuentran dentro de los conceptos de este conjunto de creencias ilusorio (T.26.VIII.1:3). En algún nivel, sabemos que nada de esto es cierto, pero que hemos decidido deliberadamente engañarnos a nosotros mismos para poder mantener nuestra existencia individual. Los pensamientos del ego son nada. Nuestras aparentes vidas consisten en identificarnos y repasar mentalmente algunos aspectos de esos pensamientos del ego y, mientras los repasamos, contamos con una elección de maestros, o sistemas de pensamiento, que nos guiarán en nuestra interpretación de lo que mentalmente estamos repasando. El único valor real en examinarlos reside en poder llegar al reconocimiento de que, en última instancia, carecen de sentido. Pero mientras creamos que los pensamientos del ego son reales, podemos buscar la guía de Jesús o del Espíritu Santo en lugar que la del ego, lo cual nos capacita, mientras repasamos estos pensamientos, para deshacer nuestra creencia en su realidad en lugar de reforzarla.

En principio, no existe razón alguna para que cualquiera de los aparente trozos de consciencia separada con los que cada uno de nosotros nos identificamos no pueda experimentar el holograma del ego al completo, salvo que lo hemos configurado así para que cada uno aparente experimentar sus propias percepciones y experiencias aisladas y, de esta manera, mantener la realidad de la separación y de la individualidad. Las tan renombradas experiencias psíquicas representan con frecuencia la capacidad de dar un paso más allá de estas barreras auto-impuestas dentro de la mente del ego. Por lo que, por ejemplo, esto es lo que sucede cuando un psíquico reporta tener la experiencia que ha tenido que experimentar (o se encuentra experimentando) otra mente aparentemente separada, como si lo estuviera en realidad viviendo el psíquico. Nosotros vemos esto como algo inusual, pero desde la perspectiva de las enseñanzas metafísicas del Curso, no debería haber nada sorprendente en ello. La habilidad psíquica es en sí misma neutra, su utilidad depende únicamente del propósito al cual sirva (M-25)---la culpa y la separación o el perdón y la unión, esto último un reflejo del estado del Cielo al cual haces referencias, donde todo lo que se comparte es amor ya que no hay nada mas.

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