martes, 5 de diciembre de 2017

Preguntas y respuestas Facim: Explicación introductoria del perdón.

Pregunta#272: Soy un nuevo estudiante del Curso y quizás esta pregunta ya se haya respondido en más de una ocasión. Cuando el Curso nos habla del perdón se refiere a (en mis palabras) que lo que tu piensas que ha sucedido, no ha sucedido. Nadie jamás ha herido a ningún otro o hecho nada terrible. Suenan entonces las alarmas en mi mente. ¿Son acaso los hechos de situaciones pasadas simplemente ilusiones? Si existe un panfleto o artículo escrito de manera clara sobre el tema, agradecería mucho que me dieras la referencia.


Respuesta: El perdón, tal y como se presenta en Un Curso de Milagros, puede únicamente ser entendido dentro del marco de referencia de la metafísica del no-dualismo; ya que de otra forma no tendría ningún sentido y su significado sería distorsionado y se volvería indistinguible de los significados que tradicionalmente existen. El perdón no puede ser desvinculado de lo que nos enseña el Curso acerca de cuál es el origen y el propósito del mundo y de nuestra aparente presencia en el mundo como cuerpos individuales con un pasado, un presente y un futuro. El entendimiento que el Curso tiene acerca del perdón es único y se sigue de manera lógica a partir de esta base, pero es difícil ponerlo en práctica porque nuestra vida y nuestras experiencias están basadas en premisas totalmente opuestas a lo que el Curso enseña.

Para poder “perdonar a tu hermano por lo que no te ha hecho,” debemos ---al menos intelectualmente--- empezar a aceptar que toda la ira y todos los sentimientos de victimización son proyecciones de nuestra propia culpa inconsciente, la cual a su vez proviene de la creencia de que hemos atacado a Dios para así poder vivir nuestras propias vidas individuales. Todo esto es, por supuesto, ilusorio, pero como nosotros pensamos que somos individuos, ésas premisas aún se encuentran presentes en nuestras mentes. Habiéndole dado realidad al pecado y no deseando renunciar a nuestras identidades individuales para regresar a la unicidad de Dios, lo que entonces hacemos es negar el pecado y proyectar la responsabilidad acerca de él sobre algo externo a nosotros. De esta manera, la culpa que hemos proyectada se encuentra ahora en otros que son en consecuencia percibidos como malvados, odiosos, violentos, insensibles, egoístas, etc., y nosotros somos entonces las víctimas inocentes. El “nosotros” al que en toda esta historia hacemos referencia es siempre la mente tomadora de decisiones que se encuentra fuera del espacio y del tiempo, la cual ha sido olvidada y reemplazada por nuestra consciencia de un ser que aparenta existir en el espacio y en el tiempo.

Esto es un esquema elemental del origen de nuestra percepción y de la sensación de que nosotros u otros hemos sido injustamente tratados, victimizados, etc. Hay obviamente mucho más en torno a esta dinámica, pero lo expuesto puede al menos comenzar a darte alguna idea de cómo se desarrolla la teoría del Curso acerca del perdón. Es a la vez suficiente para que comencemos a ver que la única razón por la que nos experimentemos a nosotros mismos como injustamente tratados es para que podamos decir que alguien más es culpable. Esto no quiere decir que vamos a negar los “hechos” en los eventos externos. El Curso habla únicamente acerca de cómo los experimentamos. Esa es la clave. Percibirte a ti mismo como injustamente tratado es una interpretación que proviene de una necesidad inconsciente de percibir la situación de esa manera. (la pregunta #266 elabora acerca de esto bajo el punto de vista de Jesús acerca de la crucifixión). No somos conscientes de estas dinámicas, pero el no ser consciente es una parte fundamental de la estrategia del ego de la proyección.

El primer paso en el proceso del perdón es, por consiguiente, invertir la proyección y sus efectos. Esto quiere decir reconocer que lo que hemos atacado y juzgado en alguien más es lo que primero hemos condenado en nosotros. Es acerca de reconocer que nuestra ira proyectada es una decisión que tomamos para evadir nuestra propia culpa viéndola en alguien más. Nuevamente, esto no quiere decir negar lo que alguien más haga, ni tampoco quiere decir que tu no hagas algo acerca de eso. El segundo paso implica entender que, la culpa, es también una decisión, la cual es ahora traída a nuestra consciencia para ser reconsiderada. En lugar de elegir identificarnos con el sistema de pensamiento del ego de la culpa, elegimos identificarnos con el sistema de pensamiento de la inocencia del Espíritu Santo. Esto allana el camino para la tercera etapa, la cual le corresponde el Espíritu Santo. Por lo tanto, los primeros pasos del perdón representan nuestra decisión de permitirle al Espíritu Santo que lleve a cabo Su sanadora labor dentro de nosotros. Pero el Espíritu Santo puede remover nuestra culpa únicamente cuando retiremos nuestra inversión en ella. Una vez que la culpa no está ---aunque sea por sólo por un instante--- estamos identificados únicamente con el amor y la bondad y no nos tomaremos nada a título personal. Ese amor y esa bondad fluirán por sí mismo a través de nosotros a medida que a nivel de comportamiento respondemos a la situación y, por consiguiente, nuestra respuesta será de manera automática la más amorosa para todos aquellos a quienes concierna. A nivel de comportamiento, podría incluso parecer que la respuesta no difiere en nada a la respuesta de cualquier otro; pero el contenido sería amor. Y en cuanto a nuestro progreso espiritual, eso es todo lo que importa.

Estos pasos del perdón se encuentran descritos en dos lugares del Curso: T.5.VII.6:7,9,10,11; W.pI.23.5:1,2,3,4.

Puedes además encontrar resúmenes y explicaciones breves del perdón según el Curso en dos publicaciones de FACIM. El Perdón y Jesús: un punto de encuentro entre Un Curso de Milagros y el Cristianismo, capítulo 2; Una Charla acerca de un Curso de Milagros: una introducción, capítulo 4: Ira y Perdón. Finalmente, leyendo algunas preguntas y respuestas mas de nuestra base de datos, probablemente te encuentres con varias aplicaciones de estos principios.

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